Llámalo tierra de ángeles o, si quieres, paraíso terrenal,
A la tierra que heredamos y a las arboledas verdes.
Rosas silvestres, campanillas, hojas de tilo y manzanilla
Déjalas que vivan, son muy bonitas.
Deja que los niños bailen como ángeles alrededor de los arces noruegos y los olmos,
Que jueguen a observar entre las ramas que florecen.
Deja que las aves vuelen y canten para nosotros su salmo,
Deja que los peces naden entre embarcaderos y piedras.
¡Deja de exterminar a todos los animales de los bosques!
¡Deja que el águila vuele, deja que el ciervo corra!
¡Deja que el último río que ruge en nuestra naturaleza
Siga rugiendo entre montañas, abetos y pinos!
Llámalo tierra de ángeles o, si quieres, paraíso terrenal,
A la tierra que heredamos y a las arboledas verdes.
Rosas silvestres, campanillas, hojas de tilo y manzanilla
Déjalas que vivan, son muy bonitas.