Nadie sabe de dónde vienen.
Cómo se pueden olvidar.
¿Son preguntas o miedos pequeños?
Nadie sabe si una revancha
ya existe dentro de una pérdida.
Pero si es así, incluso me juego el dolor.
Cuando el mundo te voltea la cara,
¿alzas el dedo o alargas los brazos?
Viva el tormento de quien se pregunta
y las respuestas de quien las cree.
¿Cuánto te falta para decir que eres feliz?
¿Se queda el amor o quién te lo quita?
¿Dejas a un amigo o a quién lo parecía?
¿Cuánto te falta para amar de verdad la vida?
Nadie lo sabe.
La verdad está en quien no juzga.
Nadie sabe lo que alguien imagina.
Si no hay manera, quizá haya una salida.
Cuando el mundo te alza los hombros,
¿tú te indignas o imploras a las estrellas?
Viva el talento de quien se pregunta
y las respuestas de quien las cree.
¿Cuánto te falta para decir que eres feliz?
¿Es mejor quien tiene veinte años o quién los revive?
¿Se equivoca una ley o quien la escribe?
¿Cuánto te falta para amar de verdad la vida?
Nadie lo sabe.
(Nadie lo sabe...)
Nadie... sabe.