Negro como la pez, azul pálido,
era un cristal de colores,
variante de la verdad,
y me quedó la sensación de manos vacías.
Me dejaste hacerme a la mar
en un cascarón de nuez.
Así que parcheé
todas las vías de agua que pude,
hasta que no pude soportar la culpa1.
Puntada a puntada, me desgarro.
Si la inconsistencia es una manifestación artística,
debo de ser un niño prodigio de manual.
Hebra a hebra, me deshilacho.
Si la inconsistencia es una manifestación artística,
esta debe de ser sin duda mi obra maestra.
Solo soy sincero cuando llueve.
Si lo calculo bien, el trueno estalla
cuando abro la boca.
Quiero decírtelo, pero no sé cómo.
Solo soy sincero cuando llueve,
un libro abierto con una hoja arrancada,
y se me acaba la tinta.
Quiero amarte, pero no sé cómo.
No sé cómo,
no, no sé cómo,
no sé cómo.
Quiero amarte, pero no sé cómo.
Quiero amarte...
Negro como la pez, azul pálido,
estos océanos embravecidos
zarandean mis restos a punto de desarmarse
solo para escucharme pedir a gritos misericordia.
Un fuerte viento a mis espaldas,
así que izo la única vela que tengo,
esta gastada bandera blanca.
Solo soy sincero cuando llueve.
Si lo calculo bien, el trueno estalla
cuando abro la boca.
Quiero decírtelo, pero no sé cómo.
Solo soy sincero cuando llueve,
un libro abierto con una hoja arrancada,
y se me acaba la tinta.
Quiero amarte, pero no sé cómo.
No sé cómo, no sé cómo, no sé cómo,
quiero amarte, pero no sé cómo.
Quiero amarte...
1. Lit.: la culpa se volvió demasiado pesada