En el silencio de mil palabras, hay quien sueña sin hacer ruido y ahora no sé qué es lo que quiero hacer, pienso a tu dulce modo de dormir, a tu cuerpo hecho de limón, yo que te espero en un vaso o en alguna emoción estúpida que me hace sufrir.
En el silencio de mil palabras me acuerdo de ti como si fuera un deber. ¿Aún sonríes o ya no? ¿Has dejado de jugar? En cambio yo quiero hacerte el amor, llevarte a cenar en donde se pueda fumar, depués lo reconsidero y no conviene. Quien sabe si sea una ocasión apropiada para intentar decirte te amo, te amo; no importa si hace te reir. Te amo, te amo, te amo. No importa si es imposible, si somos siempre aquellos que se aman hasta hacerse daño, si es tarde como aquellos que regresan para después escapar y huyo aún más rápido.
En el silencio de mil palabras me siento desnudo si no siento tu aroma, al menos regresa un momento te la pasas trabajando. Toma vacaciones que nos vamos en abril, hay poca gente y cuesta menos viajar; después lo reconsidero y no conviene. Quien sabe si sea una ocasión apropiada para volverte a ver y decirte que te amo, te amo porque creo en las fábulas, te amo, te amo, te amo ¿Quién dijo que es imposible? Somos siempre aquellos que se aman hasta hacerse daño, curiosos como aquellos que se equivocan para después encontrarse. Corre, corre más rápido y dame a mi lado tu voz en este estúpido silencio donde no existe una realidad.
En el silencio de mil palabras entre tanta gente veo aún tu nombre y ahora no sé qué es lo que quiero hacer. Hay quien dice que es mejor dormir porque la noche ayuda a olvidar, pero me quedo despierto esperando con esta estúpida canción y todo por hacer de nuevo.