En mi cuna del amar sobre olas yo soñé,
y al oír una voz extrañada desperté.
Alguien me llama ¿quién?, no lo sé.
Pero es, una voz dura y llena de furor,
donde hay lágrimas solo reinará el dolor.
Si llora un alma, en ella no existe amor.
Un bello deseo más el mar llegó a pedir pues
las lágrimas del mundo pueden en él dormir y otra vida está por venir.
Esa voz que oiré dulce y suave desde el mar.
Mi deseo siento que,
casi puede adivinar un mundo nuevo quiere llegar.
Puede que el rencor llegue a desaparecer y vendrá el albor de ese mundo.
Que debe recién nacido latiendo al amanecer.
Un bello deseo más el mar llegó a pedir pues las lágrimas
del mundo pueden en él dormir y otra vida está por venir.