Ellos son desconcertantes,
dicen qué está mal.
Seres crudos, mal cogidos,
que nacieron mal.
Hay que echar encima un velo
para no apestar,
ellos deben ocultarse
para no espantar.
Mil serpientes llevan dentro
y una víbora letal
que a la mínima ocasión
puede despertar.
Pero ellos tienen el mundo
metido en un puño,
ellos han nacido
para dominar.
Nacidos, nacidos,
nacidos para dominar
Nacidos, nacidos,
nacidos para dominar.
Nacidos, nacidos,
nacidos para dominar
Nacidos, nacidos,
nacidos para triunfar.