No interesa nada
vivir disfrazada,
fingir que se ama
si no tiene corazón.
Hacerse de rogar,
tipo joya rara,
ardiendo apenas en la llama
de la televisión.
Aunque busque sólo vestir bien,
la mujer pretenciosa se pasa la vida invirtiendo,
juega con aquéllos a los que consigue engañar,
juega con sus triunfos, pero no consigue dormir
y tarde o temprano se despierta metida en un lío.
No interesa nada
estar enfadada,
sin salir de la cama,
sin vestirse siquiera.
Mujer cansada
se vuelve pesada,
queda limitada
al pez que le caiga.
Aunque no piense en divertirse,
la moza que descansa, debe pensar en salir.
Duerme conforme a las horas que tenga para dormir,
despertará con sueño, pero despertará riendo
y tiene siempre bien perfumadas sus sábanas
No interesa nada
ir contrariada,
vivir conformada,
con un pobre destino.
Mujer que manda,
es feliz con quien anda,
hace de la vida samba,
baila y enloquece.
Aunque parezca un subidón,
obstinarse en la vida correcta da más fuerza al corazón.
volverse lenta, sólo la vuelve cenicienta.
Mujer que se gana la vida, mejor se aguanta
por quien pruebe el amor de sus sábanas.
No interesa nada
vivir disfrazada,
fingir que se ama
de quien se quiere huir.
La mujer que engaña
se hace la cama,
y aún así se culpa tanto,
que deja de dormir.
Aunque parezca solidaridad,
en vez de un falso amor, más vale tener una amistad,
que el futuro se cobra lo que no sea de verdad.
Parece bien en ese momento, pero después, más tarde,
¿quién va a desalojar sus sábanas?