Mi valor no está en lo que poseo
Ni en la fuerza de carne y hueso
Pero en las costosas heridas de amor
En la cruz
Mi pena no está en la habilidad o nombre
En la victoria o perder, en el orgullo o la vergüenza
Pero en la sangre de Cristo que fluía
En la cruz
Me regocijo en mi Redentor
Tesoro más grande,
Manantial de mi alma
Voy a confiar en Él, y en ningún otro.
Mi alma se satisface sólo en Él.
Como flores de verano que se desvanecemos y muerimos
Fama, juventud y belleza apresuran
Pero la vida eterna nos llama
En la cruz
No voy a presumir de la riqueza o el poder
O la luz fugaz de la sabiduría humana
Pero voy a presumir de conocer a Cristo
En la cruz
Dos maravillas aquí que yo confieso
Mi valor y mi indignidad
Mi valor fijo - mi rescate pagado
En la cruz