Padre celestial, estoy agradecido
por tu eterna presencia,
estoy aprendiendo a tener paciencia
y que realmente estás aquí.
A veces tengo miedo
y sé que es por falta de fe,
pero comienzo a entender
que tienes un plan para mí.
Padre celestial, estoy agradecido
por enviar a tu hijo
a morir para que yo viviera
y porque nunca te rindes.
Aprendo todos los días
que no siempre tendré mi camino,
pero comienzo a entender
que tienes un plan para mí.
Padre celestial, estoy agradecido
porque oyes mi oración,
estoy aprendiendo a tener paciencia
y que realmente estás aquí.
Todas las respuestas que recibo
no siempre son inmediatas,
a veces tengo un sentimiento y es
ahí cuando me arrodillo en oración.
Me muestras que oyes mi oración,
me sorprende porque yo te importo
Porque oyes
mi pequeña oración.