De ti, país mío,
Dulce tierra de libertad,
De ti canto.
¡Tierra donde mis padres murieron!
¡Tierra del orgullo del Peregrino!
¡Que del lado de cada montaña
Suene la libertad!
Tú, mi país nativo,
Tierra del noble emancipado,
Amo tu nombre.
Amo tus rocas y riachuelos,
Tus bosques y tus colinas con templos;
Mi corazón con éxtasis se llena
Como aquéllos de arriba.
Que la música llene la brisa,
Y suene desde todos los árboles
La dulce canción de la libertad.
Que despierten las lenguas mortales;
Que participe todo lo que respira;
Que las rocas rompan su silencio,
Prolongando el sonido.
A ti, Dios de nuestros padres,
Autor de libertad,
A ti cantamos.
Que nuestra tierra sea brillante por mucho tiempo
Con la santa luz de la libertad;
¡Protégenos con Tu poder,
Gran Dios, nuestro Rey!