El horizonte llorará
al tragarte entero,
sigo sintiendo tu alma
mientras nuestro dios aún duerme.
En una dicha celestial
respirando como las mareas del océano,
al correr de las luces,
resistimos nuestros sueños.
Te guardo cerca de mi corazón,
eres mi revelación,
eres mi revelación,
y mi cruz.
Siempre seguiré tus estrellas,
eres mi constelación
eres mi constelación,
cuando estoy perdido.
Ay, imposiblemente mía,
cuando te hayas ido,
estaré solo,
la noche sera una eternidad.
¿Serán escuchadas nuestras plegarias?
cuando estás en silencio estoy perdido,
enamorados, amantes desventurados
miro hacia arriba y te veo...
Dos lunas,
alineadas,
por lazos imperceptibles,
sin culpa duermes en mis brazos,
en mis brazos te duermes,
hundiéndote en un sueño eterno.