Primer verso: Hanna
Tarde del viernes y nadie me busca,
caen las lágrimas y vuelvo a abrir el WhatsApp.
También estás diferente y tus planes del fin de semana
no incluyen amor, solo orgullo, amigos y alcohol.
Puente:
El atardecer se hunde en el vaso y ambos caímos,
somos miserables, no damos el brazo a torcer:
no llamaré primero porque el orgullo es más fuerte que el drama.
Hay demasiadas falsedades pero seguimos jugando.
Coro:
Suena la música y me muevo al son,
mi teléfono no suena, esta noche no somos de nadie.
Sonrío, está todo bien mamá,
salgo contenta en la foto del Instagram.
Suena la música y siento el ritmo.
Hay miles de razones para perdonarnos
pero de nuevo, estamos como en guerra:
me lastimas y te lastimo el doble.
Segundo verso: Hanna
Esta noche estoy con mis amigos más íntimos,
de nuevo en un club moderno y con tacos altos.
En las luces de neón, volvemos a jugar con el amor,
cubrimos el dolor con baile y alcohol.
Puente:
El atardecer se hunde en el vaso y ambos caímos,
los graves retumban en el parlante y siento como un tsunami.
Sin mirarnos, volvemos a bailar toda la noche:
quieres esta falsedad así que seguimos.
Coro:
Suena la música y me muevo al son,
mi teléfono no suena, esta noche no somos de nadie.
Sonrío, está todo bien mamá,
salgo contenta en la foto del Instagram.
Suena la música y siento el ritmo.
Hay miles de razones para perdonarnos
pero de nuevo, estamos como en guerra:
me lastimas y te lastimo el doble.
Suena la música y me muevo al son,
mi teléfono no suena, esta noche no somos de nadie.
Sonrío, está todo bien mamá,
salgo contenta en la foto del Instagram.
Suena la música y siento el ritmo.
Hay miles de razones para perdonarnos
pero de nuevo, estamos como en guerra:
me lastimas y te lastimo el doble.
Suena la música y me muevo al son.
Suena la música y siento el ritmo.