Sucede que sincronizar dos latidos
es cuestión de momentos y de eternidad.
También que el miedo ha de sentirse tan solo,
hoy se mide entre el tiempo y la publicidad.
Sucede que no cuento más hasta cien,
que ahora manda el instinto y digo lo que sale.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien o mal, ya me conoces.
Sucederá el equivocarse de calle al cambiar direcciones
y quedarte de pie.
Y todo lo que voy soñando de noche
quedará entre los ojos y entre lo que no vi.
Sucede que despiertas cada mañana
y tu peor enemigo te sonríe al espejo.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien,
no te preocupes por mi.
Hay que encajar que la vida es un ring,
de pie como hizo Muhammad Alí.
Somos todos Muhammad Alí.
Es ganar o perder por lo mínimo.
Somos todos Muhammad Alí.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien,
no te preocupes por mi.
Sucede que después de cada tormenta
cambia el aire y con éste también cambias tú.
Y justo cuando quieres olvidarlo
te enamoras de nuevo y sigues una luz.
Sucede cada vez que tengo el coraje
y salgo con tiempo.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien,
no te preocupes por mi.
Somos todos Muhammad Alí.
Es ganar o perder por lo mínimo.
Somos todos Muhammad Alí.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien,
no te preocupes por mi.
Hay que encajar que la vida es un ring,
de pie como hizo Muhammad Alí.
De siempre, de siempre.
Se gana o se pierde, de siempre.
De siempre, de siempre.
Somos todos Muhammad Alí.
Es ganar o perder por lo mínimo.
Somos todos Muhammad Alí.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien,
no te preocupes por mi.
Hay que encajar que la vida es un ring,
de pie como hizo Muhammad Alí.
Somos todos Muhammad Alí.
Y cómo estoy, bien o mal o estoy, bien,
no te preocupes por mi.