Conocí al señor Bojangles
Y él bailó para ti.
Con unos calzados desgastado,
con el pelo plateado y una camisa raída.
Y unos pantalones holgados, viejos y blandos zapatos.
Saltaba tan alto, tan alto.
Después, toco suavemente el suelo.
Yo lo conocí en una celda en Nueva Orleans.
Yo estaba deprimido y fuera de circulación.
Me miró directamente, con sus viejos ojos,
mientras me hablaba.
Me habló de la vida, habló de la vida.
Se echó a reír, dándose una palmada en la pierna de un paso.
Mr. Bojangles, Mr. Bojangles
Mr. Bojangles, baila!
Dijo su nombre: Bojangles.
Y bailó unas notas dentro de la celda.
Sujetó sus pantalones,
con una mejor postura.
Oh, dio un salto muy alto.
Luego, dio un taconazo.
Soltó una risa, soltó una risa,
Sacudiéndose de vuelta su ropa.
Bailó para aquellos.
En espectáculos Minstrel y ferias de pueblo,
Por todo el sur.
Habló con lágrimas de 15 años
Sobre como su perro y él viajaron.
Su perro murió, sí murió.
Tras 20 años aún sigue lamentándolo.
Mr. Bojangles, Mr. Bojangles
Mr. Bojangles, baila!
Me dijo que ahora baila
En un Honky Tonks siempre que pudiera.
Para beber y recibir consejos.
Pero la mayoría de las veces,
Estoy tras la barra de los bares de este condado,
Porque bebo un poco.
Él meneó la cabeza.
Y mientras lo hacía,
Oí a alguien pedirle respetuosamente
Por favor.
Mr. Bojangles, Mr. Bojangles
Mr. Bojangles, baila!