Voy por el arcén,
tropiezo en la confusión,
bajo la avenida
y toda la ciudad me tiende la mano.
Sigo en la calle, a pie, y la gente pasa
apresurada, hablando, el río en frente,
vuelan las gaviotas en el horizonte.
Sólo tu amor es tan real,
sólo tu amor...
Son escaparates, calles,
y el tráfico
no se para en el semáforo.
Son mil personas
atravesando en la vida real.
Los desengaños, emigrantes gitanos
un día normal,
como la brisa que sopla del río
al final de la tarde
en Lisboa, al final.
Sólo tu amor es tan real,
sólo tu amor...
Gente que pasa
a quien se roba el sosiego,
gente que engrosa
las colas del desempleo.
Son vendedores, policías, quioscos, periódicos,
como los barcos que pasan tan cerca,
tan llenos,
saliendo del muelle.
Sólo tu amor es tan real,
sólo tu amor...