Trae el cabello adornado
con cuentas de colores,
un pendiente a cada lado
como un ramito de espigas.
No será la más hermosa
de todas las muchachas,
pero tiene el nombre de la rosa
que me inspira en las canciones.
Ahí viene ella de la fuente,
tal vez se cruce conmigo
donde el río abraza al puente
y en los márgenes crece el trigo,
y a causa de este calor,
tal vez mate esta pena
en los brazos de mi amor
servidos en una copa de agua.
Tu cabello, niña,
me recuerda la mañana
con caracoles en tus brazos
hechos ovillos de lana,
me despierto a la luz de tus ojos
que se desperezan en los míos
como un milagro de vida
y cualquier cosa divina.