Pobres flores, que marchitas se quedaron
Desde el día que te fuiste vos de aquí,
El perfume de las flores que embriagaban
Todo, todo se ha muerto para mí...
Hasta el mirlo que cantaba en las mañanas
Anunciando con su canto el aclarar,
Por tu ausencia se ha volado de la jaula
Y no ha vuelto, ni volverá jamás...
Yo te busco sin cesar, porque en el mundo
No me resigno con mi triste soledad,
En mis sueños te contemplo y te acaricio
Pensando que algún día volverás...
¿Por qué le pagas tan mal a mi cariño?
¿Por qué lo tratas con tanta deslealtad?
No ves que sufro tan horribles desengaños
Y poco a poco los años se me van...
Es muy triste querer sin ser querido
Es muy amarga la desilusión,
En las redes del desprecio se ha caído
Enceguecido, mi pobre corazón...
Sólo me queda el consuelo de mi madre
Con ella tengo el cariño de verdad,
Yo no quiero que me agobien los pesares
Convencido de la propia realidad.