[Verso 1: Asti]
Ni una sola vez me salvó tu familia,
siempre fui más resistente que el acero
pero solo contigo me derrito.
Por cuantos obstáculos pasé ,
cuantas veces tuve que caer
para entender que es la felicidad.
Y como me encantan
todos tus tatuajes, tus hoyuelos en las mejillas,
tus acciones consistentes y la ternura en tus ojos.
La verdad está en las palabras, aunque te enojes
me encanta todo de ti:
tu sonrisa bonita, tu voz, el color de tus ojos,
cada error y cada acierto,
la osadía y el intelecto. Cuando me miras con ternura
ambos somos un milenio.
[Estribillo: Asti]
Vayamos hasta el final,
somos el símbolo del infinito,
en cientos de vidas anteriores
ya estábamos juntos.
Fácil y sin preocupaciones,
volaba en la dirección opuesta
pero me salvaste
como en cientos de vidas anteriores.
[Post-estribillo: Asti]
Amor, amor, amor
[Verso 2: Artik]
Recuerdo como no podía despegarme de tus abrazos,
como entre lágrimas me dijiste: «Оdiseo, te esperaré». (1)
No llores, mi zarina, en verdad te prometí
que volvería pronto y me esperaste 20 años.
Recuerdo como me dijiste: «¡César, espera, tuve pesadillas!» (2)
pero si te hubiera escuchado, no sería yo.
Cuando Bruto me clavó el cuchillo en la espalda, por todo este dolor (3)
entendí que tenías razón, mi amor,
y aquí estoy en Moscú pero está en llamas,
los rusos no se rinden pero casi los derribamos,
un poquito más y ya volveré. De verdad pienso en ti,
mi Josefina, la razón de mi vida. (4)
Nuestro amor va más allá de los siglos y las épocas,
hasta el último suspiro, en el año 3.024.
Sin embargo, en un viaje a Marte decidí sentarme junto a ti:
«Señorita, perdón,
¿Nos conocemos de algún lado?»
[Estribillo: Asti]
Vayamos hasta el final,
somos el símbolo del infinito,
en cientos de vidas anteriores
ya estábamos juntos.
Fácil y sin preocupaciones
volaba en la dirección opuesta
pero me salvaste
como en cientos de vidas anteriores.
[Post-estribillo: Asti]
Amor, amor, amor,
amor, amor, amor.