Este año como siempre partiremos de nuevo juntos.
El viaje será largo, semanas, quizá meses.
Después de haber comido el atardecer rojo fuego nos iremos.
Desde la cima ahí abajo en el fondo las flores parecerán venas
y lagos como espejos entre los pliegues de la tierra,
mas allá de las llanuras, los desiertos y bosques, más allá de nosotros.
Volaremos en la noche para huir de los depredadores.
Aprovechando las corrientes, seremos más veloces.
Desafiaremos huracanes, techos, vidrios y rifles.
Cierto, no somos los primeros porque ocurre desde hace milenios,
de la noche hacia el día, del frío hacia el calor,
por comida y por la paz, por los hijos y para que la especie sobreviva.
Sobreviva.
Todo está aquí.
Todo está aquí.