Niebla, niebla, rocío, rocío,
no me hacen ningún bien.
Mis piernas se han mojado con el rocío,
mi caballo se ha perdido en la niebla.
Ha caído la niebla, ha caído el rocío,
he encontrado mi caballo,
he encontrado mi caballo
por las puertas de la casa de la Luna.
La Luna tomó a la hija del Sol
y me invitó a la boda
¿Cómo cabalgaría a la boda
en un caballo sin silla?
El Sol me dio una silla de oro
y la Luna una brida de plata.
Ahora puedo cabalgar audazmente
junto a los hijos de Dievs.
Las raíces de los árboles crecen torcidas.
Las estrellas están entrelazadas en el cielo.
Los hijos de Dievs cabalgan a mi lado
galopando nuestros caballos transversalmente