Va el pastor con su rebaño
al despuntar la mañana,
bajando por el sendero
de la sierra, a la pradera.
Va musitando sus quejas
con su flautín de carrizo,
seguido por sus ovejas
¡como si fuera un hechizo!
El flautín
del pastor,
al arrear
canta así...
El pastor ya va de vuelta,
pues el sol se está ocultando;
va subiendo por la cuesta
para guardar su rebaño.
Con su flautín, va llamando,
una a una, a sus ovejas
y les va comunicando
sus goces y sus tristezas.
El flautín
del pastor,
al arrear
canta así...