En los meses de agosto por las mañanas,
tengo un nudo en la garganta,
sin ganas de levantarme
y las persianas bajadas.
Te rogué todo el verano,
nunca volviste.
Un día me dejaste
y desapareciste.
Cuando llega diciembre por la noche,
me dedico a pensar
que en el año nuevo
quisieras volver a verme.
Te rogué todo el invierno,
nunca volviste.
Debí creer lo contrario,
sí, me equivoqué.
Las estaciones se arrastran en mi nombre,
dejándome sola frente a frente,
frente a no sé qué.
En nuestros amores que el tiempo acosa,
todo se diluye, pero nada borra
tus recuerdos,
tus recuerdos.
El otoño en la ventana
no tiene sentido sin ti.
Mis lunes se repiten
cantándote en voz baja.
Guardo los "quizás"
que me aferran a ti,
tan valiosas son las migajas
que me quedan de eso.
Las estaciones se arrastran en mi nombre,
dejándome sola frente a frente,
frente a no sé qué.
En nuestros amores que el tiempo acosa,
todo se diluye, pero nada borra
tus recuerdos,
mis recuerdos tuyos,
mis recuerdos tuyos.
Se van a la porra los amores muertos,
vuelven a florecer los trigos,
espero delante de mi puerta,
te dejo marchar.