He cruzado rutas y caminos, de acuerdo.
He conocido dudas y mañanas en primer lugar.
Me enfadé con el mundo por ser demasiado redondo.
Al borde de mis segundos, hice mis preguntas.
He pasado horas sobrepasándome.
Y con frecuencia he tenido miedo de regresarme.
He volado sobre lujos e islas de tesoros.
Conservado lo que nos queda, lamentos, remordimientos.
Mis certezas
¡no son literatura!
No son palabras en una página
ni un diario de viaje.
Mis certezas.
He dado demasiados ganadores, caballos locos condenados.
Sobre arenas movedizas, ya había pasado.
Al partir en una aventura, con frecuencia volvía.
Perseguir mi verdadera naturaleza no es más que cuestión de tiempo.
Mis certezas
¡no son literatura!
No son palabras en una página
ni un diario de viaje.
Mis certezas.
He conocido inviernos y soles ardientes,
el viento caluroso del desierto que sopla como antes.
He aprendido silencios, palabras finales, miradas
y en la indiferencia, no tengo el sabor que quiero.
(Mis certezas
no son literatura...)
(No son palabras en una página
ni un diario de viaje...)
(Mis certezas...)
Mis certezas.
Mis amores,
mis certezas.
Oh, ni un diario de viaje,
mis certezas.
Mis certezas,
estoy acostumbrado a ellas.
Déjame con mis certezas.