No pudo evitarlo
A una amarga semilla le fue permitido crecer
Para anidarse en algún lugar de su pecho
Como nunca recibió educación
Tuvo muchos hijos
Tantos como los dedos de sus pies
Su corazón siempre colapsaba
Cuando llegaba la hora de partir
Pero solo los débiles muestran sus sentimientos
Agitando las manos en los muelles están
Todos aquellos cuyo destino es esperar
El barco y las olas se llevaron a aquel hombre
Muy lejos de ahí, hacia la calidez
La esposa se quedo y cuido de los niños
Los años carcomieron sus caminos frente a ella
Ella no fue siempre así
Enojada y pasada de moda
Ahora habla sola con las paredes
Su costura la observa
Mientras ella ojea sus postales
Sus hijos nunca vienen de visita
Aún si la dejarán en la orilla nuevamente
El sagrado odio calienta su pecho
Como han pasado los años
Desde que ella llevo a los niños al muelle
Y el barco arribó, pero su esposo no
En el salón de baile
En un brillante vestido azul
Habiéndose pasando una hora arreglando su cabello
En su cuarto en el ático
El hombre la mira por largo rato
Camina hasta ella y le pide bailar
Y dice que cada baile de esa noche
Le pertenece solo a ella
Sonrojándose, sacude su cabeza
Memoriza cada palabra
Y duda
Pero el hombre es firme y decidido
Toma lo que le place
Y ahora quiere a la chica
La vida es el sueño de una canción
El príncipe de las olas y el reino
La orquesta toca
Y el violín no podía haber enmudecido más bellamente
Con firmeza, el hombre guía su baile
Es cuidadoso y nunca la deja ir
Los brazos aún tienen fuerza y tacto
La vejez es ahora un malestar extraño y distante