Dios vive en la catedral,
al menos es lo que dice el arzobispo.
¡Sed vasallos de la Iglesia!
¡Todo el poder al Estado de la Ciudad Vaticano!
Llaves de oro de la catedral
encajan bien con la sotana1 del obispo.
Él vive una vida espiritual de riqueza material.
¿Son las cosas tan diferentes ahora?
Oh, sí.
Oh, ahora:
Guardad vuestras oraciones para el futuro
y rezad por el futuro.
Oh, Dios ya se fue de la catedral,
ahora impera la otra poder.
Podemos enviarlos a los libros de historia,
pero la Edad Media no se acabará
y la respuesta a nuestras oraciones es diazepam en la mesita de noche.
Ahora escuchamos a los expertos en la televisión,
ahora ponemos nuestra fe en la ciencia y el progreso
y sólo el amor hacemos de rodillas.
Y los extraños siguen encerrándose en sus asilos,
y el Papa estéril proscribe la píldora anticonceptiva.
Los que son ricos siguen enriqueciéndose
y los pobres siguen pagando la cuenta por ellos,
y Dios vive en un refugio subterráneo,
esperando el día del Juicio Final.
Si no abrimos los ojos muy pronto
la Edad Media se quedará aquí para siempre.
1. Literalmente: capucha