Tócame un vals con tus dedos
pinta de azul mi canción,
mátame muy suavemente con tus palabras
rozando muy lentamente
mis labios hasta perderme, mátame.
Lo ví mientras cantaba
al fondo del salón
sintiendo de repente
en mi alma un gran temor,
narraba con tonadas
mi vida en su canción.
Sentí faltarme el aire
buscando la razón,
temí que había encontrado
mis cartas del cajón,
leyendo fuerte y claro,
desnuda en su canción.
Cantó como insinuando
saber quién era yo,
miró como buscando
y en mí ni se fijó,
brillando con las luces
siguió con su canción.
Tócame un vals con tus dedos
pinta de azul mi canción,
mátame muy suavemente con tus palabras
rozando muy lentamente
mis labios hasta perderme, mátame.