Madrecita, anoche soñé
que una muñequita
me habías comprado.
La muñeca tenia
el cabello muy rizado
con cara muy fina,
sus ojos bonitos.
Madrecita, cuando desperté
mi querida muñeca
estaba en mi regazo
era de vedad.
Yo la mecía,
quería dormir,
duérmete muñequita,
a la nanita nana.
Tenia un vestidito
bordado de sueños,
con un lazo rojo,
y zapatos de fieltro.
En la noche corta, en vela,
habías pasado
cosiendo sus manos,
su nariz y sus ojos.
Madrecita, mis sueños se van.
Me mira la muñeca,
y en su mirada estas.
Si el viento me despierta
con aullidos espantosos
abrazare a mi muñeca
corazón contra corazón.
El viento se calma
y el sueño me alcanza.