Las nueve y él no llega, sabe Dios por qué razón.
La calle es larga cuando miras al balcón.
Levántate, María, y prepárale un café,
vendrá cansado, un poquito más que ayer.
María sin cañón, sin nombre y sin rencor
la luz del sol te hará llorar, te hará llorar.
María sin fusil, estalla un proyectil,
llegó la guerra de repente para ti.
María, guerra fría, son las diez y aún no llegó,
qué extrañó pájaro te anida el corazón.
Levántate, María, pon la radio y el mantel,
prepara el beso que hoy soñaste para él.
María sin cañón, sin nombre y sin rencor
la luz del sol te hará llorar, te hará llorar.
María sin fusil, estalla un proyectil,
llegó la guerra de repente para ti.
Qué estúpida manera de marchar sin un adiós,
cayendo en brazos de una flor de goma dos.
Levántate, María, que se enfría su café,
la radio dice que mañana va a llover.
María sin cañón, sin nombre y sin rencor
la luz del sol te hará llorar, te hará llorar.
María sin fusil, estalla un proyectil,
llegó la guerra de repente para ti.