Coro: No hay otra pareja más juncal.
Como te ofendía,
he matado a ese rufián.
Me has hecho un servicio
que no te podré pagar.
Si puedes pagarlo,
pues no faltaría más.
Si existe el modo, yo pago todo.
Soy un hombre muy cabal.
Me debes un muerto,
y puedes pagarme
matando a un canalla
que abusa de mí.
No me pidas eso,
por lo más barato,
que yo ni a un mal gato
soy capaz de herir.
Me debes un muerto,
que me lo he ganado.
Si te vale usado,
veré de cumplir.
Coro: No hay otra pareja más juncal.
Te propongo un modo
más bonito de pagar.
No vengas con cuentos,
que no me convencerás
Cásate conmigo,
y así quedamos en paz.
Que tontería. De vicaría
no tenemos por qué hablar.
Me debes un muerto.
-Y dale.
Yo quiero lo mío.
-Que sí, que sí.
La boda es un lío
que no viene a qué.
Si te debo un muerto,
piensa que al casarme
quiero suicidarme:
Tu muerto seré.
¿Me ofreces en serio
casarte conmigo?
Si saldo mi deuda,
me suicidaré.
Pero quiero hacerlo
bebiendo en tus labios
todo ese veneno
que ofrecen tener.
Me estás enredando
Yo quiero mi muerto.
Si me das tu boca,
me suicidaré (muero yo también)