Rechifla'o en mi tristeza,
te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria
sólo una buena mujer.
Tu presencia de bacana*
puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente,
y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie,
como no podrás querer
Se dio el juego de remanye*
cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza
en la casa de pensión
hoy sos toda una bacana,
la vida te ríe y canta,
los morlacos* del otario*
los jugás a la marchanta*
como juega el gato maula
con el mísero ratón
Hoy tenés el mate* lleno
de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios,
las amigas, el gavión;
la milonga, entre magnates,
con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican
milongueras pretensiones,
que han entrado muy adentro
en el pobre corazón
Nada debo agradecerte,
mano a mano hemos quedado;
no me importa lo que has hecho,
lo que hacés, ni lo que harás...
Los favores recibidos
creo habértelos pagado
y si alguna deuda chica
sin querer se me ha olvidado,
en la cuenta del otario
que tenés se la cargás
Mientras tanto, que tus triunfos,
pobres triunfos pasajeros,
sean una larga fila
de riquezas y placer;
el bacán que te acamala*
tenga pesos duraderos,
que te abrás de las paradas
con cafishos* milongueros
y que digan los muchachos:
es una buena mujer.
Y mañana, cuando seas
descolado mueble viejo
y no tengas esperanzas
en tu pobre corazón,
si precisás una ayuda,
si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo
que ha de jugarse el pellejo
pa' ayudarte en lo que pueda
cuando llegue la ocasión.