Ganas de abrazarnos y luego
vino blanco, flores y viejas canciones
y se reía de nosotros.
Qué embustera fue,
maldita primavera!
¿Qué queda de un sueño erótico si
al despertar se convirtió en un poema?
Si con las manos vacías de ti
no sé qué hacer
como si no fuera amor,
si por error
cierro los ojos y pienso en ti...
Si para volver a enamorarme
volverás, maldita primavera,
qué embustera si
para enamorarme basta una hora?
¿Qué prisa había,
maldita primavera?
¿Qué prisa había
si sólo me hace daño a mí?
¿Qué queda dentro de mí,
caricias que no tocan el corazón?
Solo hay una estrella
que puede darme
la medida de un amor
si por error
cierras los ojos y piensas en mí.
Si para volver a enamorarme
volverás, maldita primavera,
qué embustera si
para enamorarse basta una hora,
¿Qué prisa había,
maldita primavera?
¿Qué prisa había?
Maldita como yo...
Deja que haga
como si no fuera amor,
pero si por error
cierras los ojos y piensas en mí!
¿Qué importa si
para enamorarse basta una hora?
¿Qué prisa había,
maldita primavera?
¿Qué prisa había?
¡Lo sabíamos tú y yo!