Cuando la lluvia caiga sobre tu rostro,
y el mundo entero quepa en tu maleta,
yo podría ofrecerte un cálido abrazo,
para que sintieras todo mi amor.
Cuando aparezcan las sombras del atardecer y las estrellas,
y no haya nadie allí que seque tus lágrimas.
Yo podría sostenerte durante un millón de años,
haciéndote sentir mi amor.
Ya sé que todavía no lo has admitido,
pero yo nunca te haría daño.
Lo supe desde el momento en que nos conocimos.
No hay duda en mi mente a donde perteneces.
Pasaría hambre y todas las penas.
Recorrería las calles de rodillas si hiciese falta.
No, no hay nada que yo no haría
para hacerte sentir mi amor.
La tormenta se desata sobre el mar encrespado,
y por la autopista del pesar,
Vientos de cambio soplan libres y salvajes.
Porque tú aún no has conocido a nadie como yo.
Podría hacerte sentir feliz, hacer tus sueños realidad.
No hay nada que no haría
Qué llegaría al fin del mundo por ti.
Para hacerte sentir mi amor.