Entonces, canto una canción
para atraerlos,
ya la canté antes
y la volveré a cantar.
Digo cada palabra con sinceridad,
no digo ni una sola de ellas con sinceridad:
Ay Señor, purifícame
pero aún no.
Digo un chiste,
lo vuelvo a decir,
si nadie más se ríe, ¿entonces por qué yo sí?
Me parto de la risa, me río hasta las lágrimas:
Ay Señor, purifícame
pero aún no.
No tengo que intentarlo,
es así nada más,
nunca encontré un trabajo que valiera la pena.
Tengo muchos genes egoístas y vagancia
debajo de la piel:
Ay Señor, purifícame
pero aún no.
El cigarrillo mata,
el sexo vende.
Tengo una mano en el bolsillo pero la otra se ve tan congelada,
sé que voy a morir así que mi revancha es vivir a pleno:
Ay Señor, purifícame
pero aún no.
Dejé de rezar
así que espero que esta canción sirva:
la escribí toda para ti.
Soy imperfecto pero no te importa, ¿no?
Sé que estás aquí para ayudarme, ¿no?
Entonces, busco amor,
me gusta la búsqueda
y seré candidato a elecciones por todo el universo conocido,
cada presidente tiene el país que se merece:
Ay Señor, purifícame
pero aún no.
He estado saliendo
con la esposa de alguien,
dijo que lo dejaría por mí pero le dije que era insensato.
No puedes mentirle a un mentiroso que se sabe todas:
Ay Señor, purifícame
pero aún no.