“Mamuasel” Ivonne era una pebeta
que en el barrio posta del viejo Montmartre,
con su pinta brava de alegre griseta
animó la fiesta de Les Quatre Arts.
Era la papusa del Barrio Latino
que supo a los puntos del verso inspirar,
pero fue que un día llegó un argentino
y a la francesita la hizo suspirar.
Madame Ivonne,
la Cruz del Sur fue como un signo.
Madame Ivonne,
fue como el signo de tu suerte.
Alondra gris,
tu dolor me conmueve;
tu pena es de nieve,
Madame Ivonne.
Han pasao diez años que zarpó de Francia,
“Mamuasel” Ivonne hoy tan solo es Madám.
La que al ver que todo quedó en la distancia
con ojos muy tristes bebe su champán.
Ya no es la papusa del Barrio Latino,
ya no es la mistonga florcita de Lis;
ya nada le queda, ni aquel argentino
que entre tango y mate la alzó de París.