Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Veinte años y entre palmeras,
los cuerpos como banderas,
noche, huateque y danzón,
la orquesta tocaba un son
de selva ardiente y caprina,
el cielo, un gran frenesí...
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Tus senos, carne de anón;
tu boca, una bendición
de guanábana madura,
y era tu fina cintura
la misma de aquel danzón.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Como quitar a intención
tú ibas temblando, temblando
y yo pulsando, pulsando,
un bordón y otro bordón.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Tu pelo jíbaro y fiero
una manigua cubana
para mi amor guerrillero.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí .
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Tus pies dejaban la estera
y se escapaba tu saya
buscando la guardarraya
que al ver tu talle tan fino
las cañas azucareras
se echaban por el camino
para que tú las molieras
como si fueses molino.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
La luna es un tiburón
que va tragando anilina.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Después el amanecer
que de mis brazos te lleva
y yo sin saber qué hacer
de aquel olor a mujer
a mango y a caña nueva
con que me llevaste al son
caliente de aquel danzón.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.
Ponme la mano aquí, Macorina,
ponme la mano aquí.