En las cuatro esquinas de las estaciones
le canté al amor hasta el cansancio,
al tiempo que se escapa cuando es bueno,
a las melodías de la ruptura.
Encontré detrás un micrófono,
un rincón para esconder mis heridas
y tararearle a algunos adictos,
a algunos idiotas, a algunas basuras.
Pero desde que somos tú y yo,
las negras vuelven a ser redondas.
Vestí mi voz
con algunas canciones rubias.
Y desde que somos tú y yo
todos los días es un viaje alrededor del mundo bajo el sol.
Y si el tiempo pasa no hay nada de miedo,
se acaban las angustias, el dolor.
Y si el tiempo pasa, no hay nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.
Y si el tiempo pasa no hay nada de miedo,
se acaban las angustias, el dolor.
Y si el tiempo pasa, no hay nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.
Con frecuencia he cantado como animadora
sobre historias que van en cuenta regresiva,
sobre países donde los sauces lloran.
Esperaba mi boleto de regreso.
Bajo los proyectores infieles
que giran rápido cuando todo va mal,
había olvidado el color
de las noches de amor bajo las estrellas.
Pero desde que somos tú y yo,
las negras vuelven a ser redondas.
Vestí mi voz
con algunas canciones rubias.
Y desde que somos tú y yo
todos los días es un viaje alrededor del mundo bajo el sol.
Y si el tiempo pasa no hay nada de miedo,
se acaban las angustias, el dolor.
Y si el tiempo pasa, no hay nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.
Y si el tiempo pasa no hay nada de miedo,
se acaban las angustias, el dolor.
Y si el tiempo pasa, no hay nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.
Con ningún otro lugar.
Con ningún otro lugar.
Cuando simplemente tú besas mis cicatrices,
yo ya no espero que tú no existas,
que tú no existas.
Nada de miedo.
Nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.
Y el tiempo pasa, no hay nada de miedo,
se acaban las angustias, el dolor.
Y si el tiempo pasa, no hay nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.
Y el tiempo pasa, no hay nada de miedo,
se acaban las angustias, el dolor.
Y si el tiempo pasa, no hay nada de miedo
puesto que no sueño con ningún otro lugar.