Una mañana maravillosa, la primavera está enamorada.
¿Qué le ha pasado a mi corazón? Vuelve a latir como entonces...
Estoy tan aburrido en el cielo, estoy cansado de soñar.
Regresaré para siempre, en el mundo del cielo estamos tú y yo.
¡Ámame! ¡Ámame como el sol! Como la luna que siempre está triste,
¡No me dejes ir! ¡Ámame!
Que corran las lágrimas, pues en el corazón hay una primavera eterna.
¡No me dejes ir! ¡Ámame!
Y... me gustaba jugar.
Lo perdonabas todo, pero ¿se lo puede perdonar todo?
¿Qué he estado tan mucho buscando en el cielo?
Regresaré para siempre, en el mundo del cielo estamos tú y yo.
¡Ámame! ¡Ámame como el sol! Como la luna que siempre está triste,
¡No me dejes ir! ¡Ámame!
Que corran las lágrimas, pues en el corazón hay una primavera eterna.
¡No me dejes ir! ¡Ámame!
Tanta caricia y tanta felicidad.
Estuvimos juntos una noche, tanta pasión...
Ámame...
¡Ámame! ¡Ámame como el sol! Como la luna que siempre está triste,
¡No me dejes ir! ¡Ámame!
Que corran las lágrimas, pues en el corazón hay una primavera eterna.
¡No me dejes ir! ¡Ámame!