Te deslizas por mis labios,
cual hilo que pasa por mi aguja.
Me construí este mar solo
y ahora no puedo cruzarlo a nado.
Caímos en algún lugar, allá arriba,
ya no quiero jugar más.
Créeme que por esta vez
empezaré a respirar.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Pensábamos que era para siempre
y escondimos las llaves
pero nuestra ciudad se esfuma:
obsérvala en silencio.
Caímos en algún lugar, allá abajo,
y supimos que es el final del juego.
Te lo ruego, tócame,
deja que ardamos en llamas.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.
Llueve agua, llueve hielo.