Junto al lago,
una cálida tarde,
el viento se lleva los globos de los niños.
En otro tiempo,
no hace mucho,
ella vivía en una casa en la arboleda.
Y recuerda el día
que se fue de casa...
Las despedidas largas
me ponen muy triste.
Tengo que irme ya.
Y, aunque odio tener que marcharme,
sé que es lo mejor.
Las despedidas largas
me ponen muy triste.
Perdonad que me vaya ahora.
Sabéis que os extrañaré mucho, a vosotros
y a los días que pasamos juntos.
Ya pasado el día,
con la luna en lo alto,
ella suspira con una sonrisa en sus ojos.
En el parque,
es muy tarde de todos modos,
se sienta y mira a la pared.
Y recuerda el día
que se fue de casa...
Las despedidas largas
me ponen muy triste.
Tengo que irme ya.
Y, aunque odio tener que marcharme,
sé que es lo mejor.
Las despedidas largas
me ponen muy triste.
Perdonad que me vaya ahora.
Sabéis que os extrañaré mucho, a vosotros
y a los días que pasamos juntos.