No tengo intención de aburrir
y sé que hay que renovarse o morir.
No me gustaría reincidir
y no quiero que me acusen de insistir.
Lo poquito siempre agrada
y lo mucho sólo enfada,
y al final menos siempre es más.
Yo prefiero ser la mala
que la tonta que se calla,
si al final todo acaba igual.
Yo no estoy pidiendo perdón,
ni siquiera es esto una confesión.
Yo sé que soy la excepción
que hace que se cumpla la ecuación.
Lo poquito siempre agrada
y lo mucho sólo enfada,
y al final menos siempre es más.
Y si lo eterno es la nada
es mejor lo que se acaba,
un final impresiona más.
Sentir que todo se derrumba,
después cavar mi propia tumba,
pintar la oscuridad profunda de negro elemental.
Terminar, acabar,
porque un final impresiona más.
Desertar, repudiar,
porque al final menos siempre es más.
Lo poquito siempre agrada
y lo mucho sólo enfada,
y al final menos siempre es más.
Yo prefiero ser la mala
que la tonta que se calla,
si al final todo acaba igual.