Cuando la luna duerme sobre la arena,
sueño con mis ratitos de ensoñación,
siento el dolor volcarse sobre mi pena
y una angustia infinita en el corazón.
Cuando la brisa canta sus madrigales,
busco entre sombras tenues una visión,
es que la fiebre quema mis pensamientos,
y entre suspiros y entre lamentos
dicen mis labios una oración,
Dios perdone tus cuitas y desvaríos,
frágil mariposa de tentación,
Dios perdone el veneno de tus desvíos
que marchitan mi alma sin compasión.
Hoy, que me pierdo a solas en mi agonía
entre sombras de olvido y resignación,
en mi postrer suspiro te estoy llamando
porque mis ojos se están nublando,
porque se muere mi corazón,
porque tú fuiste mi amor primero,
porque tú has sido mi último amor.
Hoy, que me pierdo a solas en mi agonía
entre sombras de olvido y resignación,
en mi postrer suspiro te estoy llamando
porque mis ojos se están nublando,
porque se muere mi corazón,
porque tú fuiste mi amor primero,
porque tú has sido mi último amor.