A los pies de un limonero floresío
una noche que en la vida olvidaré,
a un mosito pinturero y presumío
una niña le entregó to' su queré'.
Se creyó to'l juramento, y no vio la falsedá'
y se ahoga en el tormento de sentirse abandoná'.
Y a la sombra de aquel limonero
que un día dichosa la vio sonreir,
deshojando una a una sus penas,
igual que a una rosa, le cantaba así:
Limonero,
ay, limón, limonero!
A tu vera le dijo un mosito,
falso y embustero,
"Como a nadie en el mundo he querío,
serrana, te quiero.
Ten piedad de mí, calma mi dolor".
Ay, limón, limonero,
limonero mío de mi corasón.
Por caminos sembraítos de sarsale'
con la cru' de su dolor se echó a rodar,
y ahogaíta por la hiel de lo' pesares
no consigue ni olvidar ni perdonar.
Pero al cabo de los años
se cumplió la maldisión,
que otra hembra lo traiciona
lo mismo que él traicionó.
Y a la sombra de aquel limonero
que fue floresío y el tiempo secó,
hoy lo han visto llorando su pena
por un desengaño, castigo de Dio'.
Limonero,
ay, limón, limonero!
A tu vera le dijo un mosito,
falso y embustero,
"Como a nadie en el mundo he querío,
serrana, te quiero.
Ten piedad de mí, calma mi dolor".
Ay, limón, limonero,
limonero mío de mi corasón!