Abres tantas puertas cerradas en mi mente,
dejas huellas, amplias danzas, en mi pecho,
pones alas blancas que alzan mi paso.
Abres, dejas, pones: tú eres mi amigo,
Leylim ley...
Leylim ley...
Vienes con todos los astros de una noche de mayo,
llenas toda esta habitación de jazmín,
se queda un olor de menta amarga cuando te vas.
Entras, llenas, vacías: tú eres mi amigo.
Leilym ley...
Leylim ley...
Sabes encontrar la fruta que da hambre,
sabes encontrar la sed para beber tu vino,
sabes dar la calma justa a cada mano junta.
Así, siempre quiero que sea cerca para mí.
Leilym ley...
Leylim ley...