Tozudo subí
a la cima de mí,
en lo alto rasgué
las vueltas que di.
Sombra de mil soles en gloria
cubren todo el valle al fondo.
Duerme mi pequeño mundo.
Como un barco vacío
por los márgenes del río,
desciende el denso velo malva,
desciende en silencio y en paz,
manso y suave.
Deja que te lleve
así, tan leve,
leve y que te bese, mi ángel triste,
Te dejo mi canto tan breve,
suave como tú, amor, pediste.
No hables, callé y
así me quedé;
sombra de mil soles cansados
creciendo como dedos finos
meciendo nuestros destinos.
Deja que te lleve
así, tan leve,
leve y que te bese, mi ángel triste,
Te dejo mi canto tan breve,
suave como tú, amor, pediste.
Deja que te lleve
así, tan leve,
leve y que te bese, mi ángel triste,
Te dejo mi canto tan breve,
suave como tú, amor, pediste.