Con unos ojos más grandes que el corazón,
Con unas palabras más grandes que el corazón.
Entran en nuestra existencia,
Por el lado de la ternura, el lado del corazón.
Nos cuentan su infancia
Escondiéndose en nuestro regazo.
Y no creo que bromeen.
Cuando dicen:"tengo miedo de ti."
Nos descubren, nos adoran.
Nos mecen con canciones.
A veces hacen cosas peores,
A mi me parecen bastante monos.
Con gran confianza,
Una vez al mes, con flores,
Nos proponen una existencia,
Al lado del fuego, al lado del corazón.
Ronronean en nuestras canastas,
Vienen a comer de nuestra mano.
Y, temprano, se duermen.
Eso nos alegra las mañanas.
Nos besan, pero nos ignoran.
Desentonan nuestras canciones.
A veces, hacen cosas aún peores,
Pero los veo bastantes monos.
Un día, vuelven a fumar la pipa.
que habían tirado a las ortigas
Y ahora ya no pueden ver
La jaula que habían elegido.
Nos decimos que nos amamos todavía
Pensando que nada más va bien.
Este señor, con el que dormimos,
¿Por qué nos había gustado?
Les abrimos de par en par la puerta .
Ya no tenemos el corazón para canciones.
Tontamente, la vida se los lleva.
¡Qué lástima! Eran tan monos.
Con noches de soledad,
Con días de fin de mes,
Adquirimos nuevas costumbres.
Al vivir solos, vivimos por nosotros mismos
¡Y no vea ! Que vuelven de nuevo.
"¡Hola! ¿Qué tal? Aquí estoy.
Esta casa que es mía,
Ves que no la olvido. "
No decimos nada pero nos sorprende.
Aunque sepamos la canción,
La vemos bastante pilla,
La última de nuestros monos
Y les entra más por los ojos que por la boca.
Con palabras más grandes que el corazón
vuelven en nuestra vida,
En el lado ¡aaah ! El lado del corazón.
Y aunque conozcamos su infancia
y aunque conozcamos la canción
No pasa nada, empezamos de nuevo,
Es verdad, que son monos.