Hace mucho tiempo, cuando era un niño, mi madre
me contaba la historia de un hombre venido de otro lugar, de más lejos
Decía que la vida, que el mundo eran en peligro.
« Hay que marcharse », decía
Llegamos en los jardines del cielo,
Anduve mientras mil años.
Llegamos bajo un sol nuevo
Oiga cantar la eternidad.
Al final de tus dedos hace su camino,
El amor que buscaste.
Si seguiste el Norte, era tu destino
Era tu camino de libertad, libertad.
Los hombres no entendieron
Y lo rechazaron lejos del pueblo.
Sin embargo este día el Sol brilló tan fuerte
Que los trigos y los bosques quemaron
Y los niños oyeron
un canto venido de la tierra que les decía
Llegamos en los jardines del cielo,
Anduve mientras mil años.
Llegamos bajo un nuevo sol
Oiga cantar la eternidad.
Al final de tus dedos hace su camino,
El amor que buscaste.
Si seguiste el Norte, era tu destino
Era tu camino de libertad, libertad.