Al apagar las luces
para que el mundo sea más claro,
podemos ver salir de las sombras
a todos los que brillan, a los que estorban.
Al poner al mundo en silencio
con tal de encontrar la audición más fina,
podemos escuchar en el silencio
a todos los que gritan y a los que piensan.
Si cada quien brilla a su manera,
hay guijarros por todos lados en la tierra.
Si cada quien brilla a su manera,
a solas los diamantes son solitarios.
A solas los diamantes son solitarios.
Al contener la respiración
para afinar el sentido innato,
podemos sentir sobre el asfalto
quien se evapora y quien perfuma.
Démosle hambre a nuestros apetitos
para disfrutar la vida nuevo.
Podemos masticar en la manzana
a quienes la saborean, a quienes la envenenan.
Si cada quien brilla a su manera,
hay guijarros por todos lados en la tierra.
Si cada quien brilla a su manera,
a solas los diamantes son solitarios.
A solas los diamantes son solitarios.
Al aislarnos en nuestras burbujas
para tocar a quienes nos emulan,
podemos rozar con un mismo gesto
a quienes aman y a quienes detestan.
Si cada quien brilla a su manera,
hay guijarros por todos lados en la tierra.
Si cada quien brilla a su manera,
a solas los diamantes son solitarios.
A solas los diamantes son.
Si cada quien brilla a su manera,
hay guijarros por todos lados en la tierra.
Si cada quien brilla a su manera,
a solas los diamantes son solitarios.
A solas los diamantes son solitarios, solitarios.
Solitarios.
(Si cada quien brilla...)
A solas los diamantes son solitarios.