¿Está escondida bajo la almohada?
¿Está en algún lugar de mi habitación?
¿Se me ha caído?
¿Ha ido rodando
bajo la cama para sorprenderme?
He buscado, he corrido tras ella tantas veces,
ignoraba que está siempre más cerca de lo que uno cree.
Mirad la felicidad en la cara,
cuando esté allí
dejadle todo el espacio,
abridle los brazos,
arrulladla como a un niño,
comprended simplemente
que la felicidad no está nunca lejos,
que siempre se la encuentra al lado de los suyos.
¿Está aquí en mi casa
o en la otra punta del mundo?
¿Cambia como las estaciones?
¿Puede volver en un segundo?
Estas cuestiones, me las he preguntado tantas veces,
pero en el fondo, tenía todas las respuestas
en la punta de los dedos.
Mirad la felicidad en la cara,
cuando esté allí
dejadle todo el espacio,
abridle los brazos,
arrulladla como a un niño,
comprended simplemente
que la felicidad no está nunca lejos,
que siempre se la encuentra al lado de los suyos.
Mirad la felicidad en la cara,
cuando esté allí
dejadle todo el espacio,
abridle los brazos,
arrulladla como a un niño,
comprended simplemente
que la felicidad no está nunca lejos,
que siempre se la encuentra al lado de los suyos,
que siempre se la encuentra al lado de los suyos.