Se agigantan las quimeras
de mis sueños y me pierdo
en el loco torbellino
de las penas que sufrí.
Y se pierden como negras
mariposas los recuerdos,
a lo lejos de la calma
que llorando te pedí.
No me dejes solitario
que la lucha será larga.
Tengo tantas cosas tristes
que contarle al corazón.
Que mi vida se hace lenta
por las penas tan amargas,
se hacen lenta y, si me dejas,
marchare a la perdición.
Hoy yo sé que ya no tengo
más la gloria de tus besos,
que me muero lentamente
de esos besos por la sed.
Hoy no ignoro que otro hombre
que por él te vuelves loca
que te abraza que te
besa, que te mima ya lo sé.
Pero no me importa nada porque siempre eternamente
cuando sientas de otros labios en los tuyos resquemor
ha de verse vagamente reflejado en sus pupilas,
en el sueño de otros besos
y el embrupto de este amor.
Del más puro del mas bueno,
del más santo del mas fuerte,
del que te encontró candores
y ansiedades de niñez,
del que solo harás memoria
cuando sientas que la muerte
va cambiando poco a poco
tu blancura en palidez.
No me dejes solitario
que la lucha será larga.
Tengo tantas cosas tristes
que contarle al corazón.
Que mi vida se hace lenta
por las penas tan amargas,
se hacen lenta y, si me dejas,
marchare a la perdición...