Te vi llegar
Y sentí la presencia de un ser desconocido
Te vi llegar
Y sentí lo qué nunca jamás había sentido.
Te quise amar
Y tu amor no era fuego, no era lumbre
Las distancias apartan las ciudades
Las ciudades destruyen las costumbres.
Te dije adiós
Y pediste que nunca, que nunca te olvidara;
Te dije adiós
Y sentí de tu amor otra vez la fuerza extraña.
Y mi alma completa se me cubrió de hielo
Y mi cuerpo entero se llenó de frío
Y estuve a punto de cambiar tu mundo,
De cambiar tu mundo por el mundo mío.